09.09.2021
Los intereses de demora o también conocidos como intereses moratorios, se pueden considerar como la indemnización que paga el individuo sobre el que recae una multa por no haber realizado el pago a su debido tiempo.
Casos en los que se pueden deducir los intereses de demora
- El impago de una deuda.
- El pago de una sanción fuera de plazo.
- El cobro de una devolución improcedente, es decir, no devolver el dinero que se haya obtenido de más de parte de las autoridades correspondientes.
En los últimos años se ha abierto un polémico debate, sobre si estos gastos son deducibles o no, entre la Dirección General de Tributos (DGT), la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT) y el Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC). Esto ha llevado a una larga cadena de sentencias, reclamaciones, actas… Dando lugar a un sinfín de interpretaciones por parte de cada organización creando un entramado de información que no da una solución concreta y firme.
Conclusiones
Tras la Sentencia no 150/2021 del Tribunal Supremo de 8 de febrero, se llega al fin de la cuestión sobre la deducibilidad o no de los intereses de demora en el Impuesto de Sociedades. De dicha sentencia extraemos las siguientes conclusiones:
- Los intereses de demora están directamente relacionados con la actividad empresarial por lo que se consideran gastos deducibles.
- Estos intereses o gastos financieros son de una personalidad totalmente indemnizatoria, y no sancionadora.
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